Por: Prof. Andrés Hernández García
La masonería puertorriqueña se le adjudica un papel importante en la
política del Siglo XIX, más aun, cuando entre los ilustres hermanos puertorriqueños
que fueron masones, encontramos a Eugenio María de Hostos, Santiago R. Palmer,
José Celso Barbosa, Luis Muñoz Rivera, José de Diego y al padre de la patria puertorriqueña
don Ramón Emeterio Betances. Estos son solo algunos de ilustres puertorriqueños
que han pertenecido a este grupo. Al
igual que Betances, muchos de los
líderes independentistas de las Antillas; Cuba y República Dominicana fueron
masones, entre ellos, Gregorio Luperón, Pedro Pimentel, José María Cabral,
Nissage Saget, Antonio Maceo, José Martí, Carlos Manuel de Céspedes entre otros.
Decir que dentro de las logias del Siglo
XIX se discutió y organizaron las luchas
libertadoras de nuestra patria y las Antillas es una presunción, por parte de
la masonería, un poco delicada. Al menos es lo que mis hermanos Masones repiten
con orgullo, pero, resulta difícil demostrarlo, porque la evidencia es escasa y
en ocasiones difíciles de obtener.
Algunas de las razones que hacen engorroso demostrarlo es que durante
el Siglo XIX las logias tuvieron que operar de manera oculta debido al acosamiento
del Gobierno español en la isla. A esto se suma la persecución por parte de la
Iglesia a los Masones, las inclemencias de la naturaleza y la falta de
protección de documentos. La polilla y
la humedad en algunas logias fueron factores ya , no había conciencia de
preservar los documentos como material histórico y los desechaban. En otras ocasiones, los destruían para no ser
implicados cuando eran perseguidos y acusados por los Compontes, así como para
evitar las represiones del Gobierno Monárquico de Fernando VII y los poderes
absolutos de los gobernadores, como por ejemplo, el General Miguel de la Torre.
El Profesor en Humanidades
de la Universidad del Sagrado Corazón, Oscar G. Dávila del Valle, escribió
sobre el tema de Betances y la masonería.
Para la masonería puertorriqueña el hermano Betances resulta ser uno de
los representantes de nuestra orden con mayor prestigio. En su escrito: Presencia del ideario masónico en el proyecto revolucionario antillano
de Ramón Emeterio Betances, plantea la aparente radicalización de la
masonería en Hispanoamérica y las Antillas. Por otro lado la Respetable Logia de
Investigación José G. Bloise #103 publica la revista Lumen que en su edición #1
en agosto de 2014, reseño; Apuntes sobre
la vida masónica de Ramón Emeterio Betances, de Luis E. Santiago Ramos y Los Betances: familia de masones, de
Luis Antonio Otero González. Basado en
estas tres investigaciones dirijo mi trabajo para relacionar al Dr. Ramón
Emeterio Betances con la masonería puertorriqueña y la lucha por la liberación
de nuestra patria. Esto de la misma forma la cual el Prof. Oscar G. Dávila relaciona
las logias de Puerto Rico durante el Siglo XIX con un radicalismo masónico que
influyó en Betances.
Comenzaré mi
discusión con el trabajo del Prof. Dávila: Presencia
del ideario masónico en el proyecto revolucionario antillano de Ramón Emeterio
Betances, porque lo considero de mayor interés en la forma en que presenta
su trabajo y la manera que hace sus planteamientos, más objetivos, a diferencia
de los escritos publicados en la revista Lumen,
donde en los escritos de Luis E. Santiago y Luis A. Otero permea su criterio
masónico.
En su Presencia del ideario masónico en el
proyecto revolucionario, Dávila plantea que no hay suficiente evidencia que
sustente la influencia masónica de Betances en el desarrollo del ideario
político antillanista, ni en la organización logística del movimiento revolucionario
en Puerto Rico, pero admite que existe evidencia de Betances como masón. En
1866 se establece la logia masónica Unión Germana en la Villa de San German,
vecina a Mayagüez, y Betances ingresa en ella. Esta fue una
de las primeras logias puertorriqueñas. De tal forma que muchos de los
revolucionarios puertorriqueños aprovecharon el secreto de los talleres
masónicos para fomentar el separatismo. Un año más tarde, en 1867, Betances fundará
la Logia Yagüez, para trabajar independientemente, cada hombre consagrado a la
causa de la libertad. [1]
Apunta el Prof. Dávila que es
muy difícil conocer sobre estos grupos masónicos ya que la logia más antigua de
la que se guarda documentación data de 1870: Adelphia de Mayagüez. Nos
comenta que, “con el paso del siglo se hace más difícil aclarar este asunto si
suponemos, como puede verificarse, que hacia 1866 existían en Puerto Rico tres
grupos de obediencias masónicas: las filiadas a los cuatro grandes orientes de España
(de política asimilista), las adscritas a la Gran Logia de Colón de Cuba (el
caso de la “Adelphia de Mayagüez que se independiza de esta filiación cubana en
1885 para constituirse en Gran Logia Soberana de Libres y Aceptados Maestros
Masones de Puerto Rico) y las que se fundaron bajo jurisdicción de la Gran
Logia de Santo Domingo, que será el caso de las Logias Unión Germana #8 y Yagüez
#10.[2]” Reconozco que existe un grado de dificultad
mayor, pero entiendo que, en la ardua y difícil tarea de visitar los archivos
de estas Logias hermanas, se puede extraer la documentación necesaria para
conocer más acerca de estas logias y orientes masónicos.
Dávila relaciona la
ascendencia dominicana de Betances con las Logias Unión Germana y Yagüez, estas
fueron fundadas bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Santo Domingo, además de los posibles primeros contactos de Betances
en Toulouse y Paris, con la masonería, el carbonarismo, el blanquismo,
el socialismo y el anarquismo, como posibles causas que contribuyeron a la
radicalización masónica en Betances. Dando
lugar a pensar en una masonería en radical en Puerto Rico.
Para demostrar que
esa radicalización no se pudo haber llevado a cabo en las logias ya
constituidas, Dávila hace mención de cómo surge la masonería especulativa en
1717 en Inglaterra, que es a la que pertenecen las Logias a las que Betances
asistió. Apunta que estas logias están basadas, desde 1723, en la Constitución
de Anderson. La misma es muy específica en cuanto a las preferencias políticas y
religiosas de nosotros los iniciados. Así se encuentra que en los deberes del francmasón,
en la parte de los Puntos Capitales; el numero dos (2) dice:
II. Del Jefe del Estado y sus subordinados
El Masón ha de ser pacífico súbdito del
Poder civil doquiera resida o trabaje, y nunca se ha de comprometer en conjuras
y conspiraciones contra la paz y bienestar de la nación ni conducirse
indebidamente con los agentes de la autoridad; porque como la Masonería recibió
siempre mucho daño de la guerra, el derramamiento de sangre y el confusionismo,
los antiguos reyes y príncipes estuvieron siempre dispuestos a favorecer a los masones
a causa de la quietud y lealtad con que prácticamente respondían a las
sofisterías de sus adversarios y fomentaban el honor de la Fraternidad que
siempre floreció en tiempo de paz. Así que si un hermano se rebela contra el
Estado, no se le ha de apoyar en su rebelión…[3]
También señala que para 1859 se implantó en Cuba y Puerto Rico una
masonería de afiliación norteamericana, que se basa en esta constitución, señalando
que resultaba difícil radicalizar el ideario masónico dentro de las logias.
Para este tiempo existen logias de obediencia española en la isla y surge
una pugna por los derechos de territorialidad sobre las colonias antillanas y
se estableció, en el Convento de Lausana[4], o
asamblea anual de todos los diputados masónicos de una misma obediencia, que
los derechos sobre Cuba y Puerto Rico correspondían al Supremo Consejo de Colón
y no a una obediencia española. Para Dávila esto es un indicativo de cómo
comienza a radicalizarse el ideario masónico en las Antillas durante el siglo
XIX. Resultaría significativo para la
masonería puertorriqueña lograr
evidenciar alguna relación de Betances con la masonería cubana antes de 1868. Sería
un factor importante que debería ser estudiado. En especial cuando después de la Convención de
Tirsan[5]
surgen tres sectores; uno independentista, otro partidario a integrarse a
Estados Unidos y otro que se inclinaba en mantenerse bajo la soberanía española
con autonomía política. ¿Cuál de estos sectores llegó a Puerto Rico a través de
la obediencia de Cuba en Puerto Rico? Presumo
que pudo haber sido el sector
independentista. Ya que las logias de obediencia española en la isla estaban a
favor de mantenerse bajo la soberanía española y ya existían logias
norteamericanas trabajando en la isla.
Señala Dávila, para dar a conocer el radicalismo en la masonería
francesa que Andrés Miguel Ramsay, responsable de la proliferación de los altos
grados en el Rito Antiguo y Aceptado que se adopta en Francia, pronuncia en
1738 un discurso en la Gran Logia Francesa en el que defiende tres preceptos
entre los masones: la república democrática, como sistema ideal de gobierno, el
cosmopolitismo ideológico y el sentimiento patriótico como base para la
formación de una nación espiritual y de un pueblo nuevo[6].
Este discurso crea una división en los miembros de la Logia que resulta
dividida en dos grupos: La Gran Logia Nacional y el Gran Oriente de
Francia. Esta separación encamina la
masonería francesa hacia la participación del ideario a nivel mundial apunta en
su investigación Dávila. Tanto es así
que en Francia se hace notar en la reforma de las leyes penales y la supresión
de la tortura, y señala la influencia e importancia de este ideario en el
desarrollo ideológico que culmina en la Revolución Francesa del 14 de julio
de1789 y los principios que sirven de base para la Declaración de los derechos
del hombre y el ciudadano. En este punto, es cuando, para Dávila se puede
“ubicar el problema de la aparente radicalización y proliferación de
organizaciones de estructura masónica en Hispanoamérica y las Antillas”. Siendo
estos los lugares que hacen posible que la masonería llegue a la isla, es
probable que haya traído en conjunto estas ideas radicalistas con ellas.
En América del Sur la masonería estuvo presente gracias a Francisco
de Miranda que fundó la Gran Logia Reunión Americana con filiales en Paris,
Madrid y Cádiz estando su taller principal en Casa de Grafton Square en
Londres. Con ellas promovió e internacionalizó
el movimiento de independencia en América del Sur. Como consecuencia surgen
las logias en las cuales los ilustres
hermanos Bolívar y Bernardo O’Higgins se inician. Dando origen a muchas de las
sociedades secretas que se fundaron en América del Sur. A base de estos hechos se puede ver claramente
lo distantes y diferentes que son estas logias de aquellas basadas en la
Constitución de Anderson, evidenciando a la masonería de las Antillas como
ideario e instrumento de la independencia.
Existían para ese momento otras logias a las cuales las Antillas se
podían afiliar. La logia
Filadelfia con la cual Miranda había establecido contacto; tenía un comité que
defendía la independencia para las Antillas. La de Nueva Orleans con su Asociación
Americana cuyo propósito era emancipar a Nueva España[7] de
toda dependencia con Europa y con la intención de crear un gobierno
independiente aliado a Estados Unidos.
Hubo gran proliferación de organizaciones clandestinas de carácter o apariencia
masónica en Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo. Dávila menciona como ejemplo a Soles y Rayos
de Bolívar constituida en Cuba en 1821, con muchas políticas de inspiración
masónica, en Méjico “Junta Promotora de la libertad Cubana” y en la Republica
Dominicana La Trinitaria de Juan Pablo Duarte en 1838. Dávila apunta en su trabajo, que es
importante establecer la relación de las
logias que se fundaron al oeste de la isla de Puerto Rico con las sociedades
secretas de Santo Domingo. Como ejemplo
las logias Unión Germana y la Yagüez que estaban afiliadas a la Gran Logia de
Santo Domingo, y que a su vez se establecieron bajo la obediencia de las
organizaciones masónicas de Filadelfia en las cuales Betances se inició y a la
vez fundó.
Dávila utiliza una cita del Pasado Muy Respetable Gran Maestro José González
Ginorio de su libro, 33 Luminarias,
para asociar a Betances con los carbonarios[8].
“La Logia Yagüez nunca tuvo
solar. En el monte en el llano, entre
los cañaverales, a orillas del rio Añasco, donde hallaba asilo, siquiera fuese
momentáneo, allí se levantaban las columnas del taller donde el patricio
[Betances] moldeaba el carácter de su pueblo y preparaba la demolición del
régimen absurdo que hacia imposible la vida digna del país. Con el laboraron
Segundo Ruiz Belvis, Juan Sagardia, los hermano O’Neill, el corso Caroli y
otros. En aquella logia se plasmó la idea de la revolución que debía estallar
simultáneamente en varios sitos estratégicos de la isla”.
Cabe mencionar que para que una tenida (reunión de masones) sea
válida debe estar constituida por siete maestros
masones (los mismos poseen el tercer grado en masonería) y cuando El
Ilustre hermano González Ginorio menciona que “allí se levantaban las columnas
del taller” se refiere a los doce oficiales que conforman la logia[9].
Además del insigne hermano González Ginorio utilizó, como ejemplo para
apoyar el radicalismo masónico en Betances, a José Manuel García Leduc y su
libro Betances Heterodoxo, donde señala
que la masonería fue otra de las raíces que emanó el pensamiento heterodoxo[10]
de Betances. Esta fue una de las
principales y más notorias heterodoxias modernas, estructurada sobre algunas de
las principales ideas y practicas asociadas a la llamada modernidad (e. g., el liberalismo
y la democracia). Asimismo, su carácter privado- que algunos llaman secreto-
sirvió para incubarlas y proteger a sus
afiliados de la censura y represión de las estructuras y mecanismos de poder
asociados a la ortodoxia[11]”. Me resulta relevante lo que apunta García
Leduc cuando dice que: “Betances fue un masón militante que contribuyó a
organizar logias clandestinas para promover la independencia política de Puerto
Rico. Asimismo, la afiliación masónica facilitó la promoción internacional de
su pensamiento antillanista y antiimperialista”. Sobre el asunto de logias clandestinas en una
ocasión consulte al Prof. Mario Cancel Sepúlveda y me planteo, ¿Cuál era la
razón de creer que estos grupos secretos fueran masones o logias secretas? y le
argumente que probablemente eran hermanos masones que no querían ser
perseguidos o pone en peligro su logia madre y decidieron trabajar desde el
clandestinaje, a lo que Cancel admitió que resultaba convincente mi argumento. García
Leduc señala que aun dentro de la misma masonería, Betances era un heterodoxo
porque estaba en contra del llamado de la masonería acerca de la neutralidad política. Pero, donde atina con una gran verdad, es cuando
señala que “son los individuos masones los que se involucran en los asuntos
políticos, no la masonería en cuanto tal”. Partiendo de esta premisa el radical es
Betances, no las logias. Pueden estar constituidas bajo el estatuto de Anderson
(Constitución) y quien hace a la masonería radical es el masón. ¿Pudo haber un
pensamiento radical en los masones de la época? Es posible, pero presumir que
las logias eran radicales es otra cosa diferente.
Continuando con el pensamiento de Dávila, señala que Betances nunca
dejo de ser masón. “Hacia 1885 participaba en la Logia del Gran Oriente de
Francia según se lee en cartas de Mestre Amabile a Estrada Palma del 2 y 21 de
diciembre. Lo seguirá siendo hacia 1898
de acuerdo a una carta de Betances a Estrada Palma del 6 de mayo”. Donde al final de la carta Betances anota,
refiriéndose al Dr. F.F. Falco, “es un hermano
nuestro que lleva al gobierno de Cuba las felicitaciones y simpatías de
toda la democracia italiana”[12].
A modo de conclusión, Oscar Dávila, y la parte que más llama mi
atención, apunta que la masonería por ser una organización apolítica, los
masones para poder tomar parte en organizaciones políticas que están en contra
de la constitución masónica, decidieron separarse para organizar sociedades
secretas de apariencia masónica. Y que
“la filiación de los revolucionarios de las Antillas parece ser mas de origen
carbonario que masónico o de filiación norteamericana, (Filadelfia o Nueva
Orleans) que simpatizaban con el ideal de la independencia”. La enciclopedia católica online “Omnia Docet
per Omnia” se refiere a los carbonarios como que “desde París, centro de la Charbonnerie, se
extendió rápidamente por todo el país y hacia finales del año 1821 causó varios
motines entre las tropas. El movimiento perdió su importancia una vez que
varios de los conspiradores fueran ejecutados, especialmente cuando las
discusiones surgieron entre los líderes del movimiento. La Charbonnerie tomó parte en la revolución de
julio de 1830, pero tras la caída de los Borbones perdió su importancia.
Después se formó una Charbonnerie démocratique entre los republicanos
franceses, para conseguir una constitución republicana para el país, pero
después de 1841 no volvió a oírse hablar de ellos”. No sé hasta qué punto pudo haber
influenciado este “carbonarismo” a la masonería francesa que se estableció en
la Republica Dominicana y llegó al centro más importante de la masonería puertorriqueña
en el siglo XIX, el oeste de la isla. Mi
duda está basada en consideración a las fechas provistas por la enciclopedia
católica, aunque reconozco que las ideas trascienden los tiempos.
Dávila apunta que existen divergencias entre la masonería de las
Antillas y los estatutos de la Constitución masónica. Concuerdo con él, pero al igual que el entiendo, que “en la masonería
de Puerto Rico en el siglo XIX hubo una radicalización en las logias y hace
necesario investigar, para evidenciar esta radicalización, en los archivos de
las Logias de Santo Domingo, Cuba, Filadelfia y Nueva Orleans. Si se puede
evidenciar esta radicalización entonces en Puerto Rico existió un sistema de
verdaderas logias revolucionarias en abierta contradicción con los estatutos de
la masonería tradicional. De lo
contrario, las sociedades secretas a través de las cuales se organizan los
movimientos de independencia no eran verdaderas logias”, entonces, partiendo de esta premisa, nosotros
los masones hemos vivido con la idea romántica, que en nuestras logias se
gestaron las grandes revoluciones y conspiraciones para la libertad de nuestra
patria. Por lo tanto es necesaria la
investigación para evidenciar si hubo o no hubo radicalismo masónico en Puerto
Rico y si el mismo influenció a Betances para trabajar a favor de la
independencia de Cuba y Puerto Rico y la idea de confederación entre las
grandes Antillas y la posible influencia de este radicalismo en el Grito de
Lares. Puede resultar complicado pero no
imposible. Hacia esta y otras preguntas, dirijo futuras investigaciones como
parte de mi tesis doctoral.
El segundo trabajo que utilicé para este
ensayo es el trabajo Apuntes sobre la
vida masónica de Ramón E. Betances, de Luis E. Santiago. Este comienza con una biografía de Ramón
Emeterio Betances la cual omito ya que mi propósito es vincular a nuestro patriarca
con la masonería puertorriqueña a través del radicalismo masónico. Pero, como una posible base para Betances de
su formación masónica, señala que la razón por la cual Felipe Betances envía a
su hijo Ramón E. Betances a tan temprana edad a Francia encomendándole su
custodia y educación se debió a la relación masónica que unía a Felipe Betances
con el francés Jacques Catherine Maurice Prévost. En El desterrado de Paris, Félix Ojeda
señala que “la confianza de don Felipe depositada en Maurice resulta claramente
excepcional. Jacques Gilard propone la
hipótesis de vinculaciones masónicas para explicar el traslado de Ramón
Emeterio Betances al sur de Francia[13]. Por
tanto señala Santiago, que la enseñanza masónica de don Felipe en adición a la
recibida de su familia adoptiva es clara señal de los primeros acercamientos masónicos
que tuvo Ramón E. Betances desde tan temprana edad.
Otro dato significativo que señala
Santiago, se refiere al Grito de Lares. La actividad conspiradora que culminó
en esta revolución puertorriqueña contó entre sus filas con varios masones,
según nos expresa el historiador José Paralitici:
“Cuando la
noche del 23 o ya entrada la madrugada del 24 de septiembre de 1868 los
revolucionarios constituyeron en Lares el gobierno provisorio de la república
de Puerto Rico, tres masones ocuparon tres importantes carteras: Aurelio Méndez
Martínez, la de Gobernación; Clemente Millán, la de Gracia y Justicia; y Bernabé
Pol Segarra, la de Secretario de Gobierno. Los tres fueron arrestados y
encarcelados por los sucesos de Lares.”
Esta puede ser una de las evidencias, que
los hermanos masones han tomado como prueba para afirmar que en logia masónica
se planeó y se discutió la gesta del Grito de Lares. Para reforzar esta
posición señala Félix Ojeda que, “la masonería ocupa un lugar sobre saliente en
la vida política puertorriqueña durante el siglo diecinueve. Es significativo
el número de políticos, periodistas, educadores, poetas, y comerciantes que son
miembros de las logias. Es
igualmente notable la intensidad de los contactos intelectuales entre los
masones de Puerto Rico y la Republica Dominicana. Espaillat, Luperón, Billini y
Heureaux fueron masones y presidentes de la nación hermana. Además, todos ellos son amigos de Betances y
Hostos. Esto no impide que haya diferencias entre los << hermanos
masones>> de una y otra isla. Pero, definitivamente, por la vía
de la masonería se guardan secretos y se recaba el apoyo y la solidaridad, de
unos y otros, en proyectos revolucionarios para beneficio de las Antillas”[14]
Santiago continua señalando que, “a pesar del fracaso del
Grito de Lares, Betances continuó fiel a sus principios masónicos y revolucionarios. Dos años más tarde, en
1870, haciendo el uso de la palabra en una actividad masónica en la Gran Logia
de Puerto Príncipe en Haití dice: ¡Formemos un pueblo de verdaderos masones; levantemos un gran templo
de bases tan sólidas que las acometidas de las razas sajonas y españolas
combinadas no logren estremecerlo! Lo dedicaremos a la independencia y sobre su
frontispicio grabaremos esta inscripción, la cual nos dicta a la vez nuestro
interés y nuestro corazón, inteligencia más generosa y el más egoísta instinto
de conservación: Las Antillas para los Hijos de las Antillas”.
Continúa con el argumento
que el, “5 de enero de 1874 comienza a
visitar la logia El Templo de los Amigos del Honor Francés de los valles de París cuyo Venerable Maestro lo era
Eugene Hubert. Esta logia por sus méritos lo hace miembro de honor. Betances
ostentaba el grado 18 de los Altos Cuerpos masónicos”. Santiago quiere dejar establecido que Betances
fue masón dentro y fuera de Puerto Rico e inclusive asevera que: “hasta que no se
pruebe lo contrario creemos que Betances continuó siendo masón”. Es necesario señalar que una vez que te
inicias y prestas juramento ante el Ara
Sagrada, seguirás siendo masón, aunque, como se dice en masonería estés durmiendo (inactivo).
El tercer escrito
contenido en este trabajo le pertenece a Luis A. Otero donde ha querido darle un
reconocimiento a la familia Betances por la firmeza en sus valores como
ciudadanos conscientes de la situación social de su comunidad y de ser verdaderamente
hombres libres y de convicciones. “Decidimos pasar por alto las reconocidas y bien
documentadas ejecutorias del prócer Ramón Emeterio Betances Alacán, y darle un
espacio en la historiografía masónica a Felipe, Adolfo, Fermín Parmenión,
Manuel y al padre Durán. Ya que la mayoría de los historiadores en Puerto Rico
obvian o efímeramente mencionan el hecho que muchos de los hombres ilustres de
Puerto Rico eran masones orgullosos de haber pertenecido a la fraternidad
masónica, sin temor alguno. Que muchos de sus valores como hombres libres, en
pro de la igualdad para todos en sus comunidades fueron fomentados por las filosofías
masónicas y reforzadas dentro de las
logias. Que son hombres que no se pueden olvidar, aunque no hayan sido los
grandes próceres, pero que fueron grandes hombre con sus ejecutorias dentro de
sus comunidades”. También este hermano masón continua aseverando su posición de
la aportación masónica a Puerto Rico.
Un dato relevante y
de interés en su trabajo es, que Otero señala “que eran años difíciles para la
masonería en Puerto Rico, en particular la de corte autóctono que era
auspiciada por la Gran Logia de Colón en Cuba. Muchos masones de estas logias
de la obediencia de la Gran Logia Soberana de Puerto Rico fueron perseguidos,
arrestados, fusilados o expatriados de la isla por considerar la Gran Logia de
Puerto Rico como rebelde y nido de revolucionarios”. Sin embargo, por otro lado expone
el dato que, “Allá para los años 1895 a 1896 y con motivo de la insurrección
cubana, la suspicacia de los gobernadores españoles, determinó la clausura de
todas la logias, sin distinción de Orientes, las cuales se disolvieron en su totalidad,
con excepción de la logia Palafox y el Capítulo Lanuza del Grande Oriente
Español que obtuvieron autorización especial del Gobierno para continuar sus trabajos,
en razón a que, compuestos en su mayor parte dichos talleres por Jefes y Oficiales
del Ejército, no podía serles sospechosos. Resulta contradictorio que
el gobierno sostuviera esta postura, porque estos jefes y oficiales del ejército
al prestar el juramento de su iniciación dicen… “Prometo y juro de igual
manera, favorecer y auxiliar a mis hermanos, practicar la caridad, obedecer las
leyes de la masonería, las generales de esta Gran Jurisdicción y el reglamento
de esta Respetable Logia[15]” Por lo tanto se supone que estas logias que se
mantuvieron trabajando en sus talleres debían ser leales a los preceptos
masónicos y no a los políticos a los cuales ellos pertenecían. Dentro de logia todos son iguales, los títulos
se dejan en el vestíbulo para entrar a trabajar en el taller.
En conclusión, la
evidencia para demostrar que dentro de la masonería puertorriqueña hubo un radicalismo que influenció en Betances
para llevar a cabo su proyecto revolucionario, o que en las logias del siglo
XIX en la isla se dio forma y se discutieron los proyectos revolucionarios de
libertad es escasa. Este trabajo no pretende dejar aclarado el
tema, pero me sirve de un preámbulo a investigar sobre la relación de la
masonería con relación a los hechos del Grito de Lares, en la Abolición de la
esclavitud, en la Carta Autonómica y la invasión estadounidense a Puerto Rico
durante la Guerra Hispano- Cubana- Norteamericana.
Sin embargo el hecho, que durante las pocas
horas que Puerto Rico fue libre, mediante el Grito de Lares, se constituyese una
junta donde los dirigentes eran masones, alimenta la idea de la existencia del
radicalismo en la masonería durante este período. Que hermanos masones estuvieran envueltos en
la liberación de esclavos, que otros hermanos masones estuvieron y fueron parte
del logro de la Carta Autonómica y la participación de masones en la invasión,
reconociendo que existieron sociedades
secretas, que pudieron ser por causa de la persecución del gobierno y de la
iglesia. Me motiva a dirigir mi tesis hacia esta difícil e interesante
investigación. En cuanto a las sociedades secretas, cabe la posibilidad pensar que
estos hermanos crearon las mismas con fundamentos masónicos o que prefirieron
llamarlas sociedades secretas para evitar la persecución y que en realidad si
fueron logias masónicas. Muy buena
presunción que puede resultar difícil de demostrar, pero no imposible.
El papel que la masonería de Puerto Rico ha
tenido en las luchas de independencia se puede evidenciar a través de los
hombres que formaron estas logias y por los grupos secretos, además de los
lazos de hermandad que unieron a América del Sur y las Antillas. En masones como Betances, Segundo Ruiz
Belvis, Aurelio Méndez Martínez, Clemente
Millán, Bernabé Pol Segarra en su intervención en el Grito de Lares existe un
radicalismo que va en contra de la masonería tradicional o es que, ¿antes de la
fundación de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones de Puerto Rico existía
este sentimiento radical y al cierre temporero de las logias se perdió en el
tiempo? Tal vez cuando los hermanos
trasladaron la cede de la Gran Logia de Mayagüez a San Juan, por razones como
que, esta nueva cede se encontraba más cerca del gobierno central español y de
logias estadounidenses, se apartaron de
esa necesidad de libertad patriótica contemplada en los hombres libres y
de buenas costumbres que somos los masones.
¿Es la invasión y cambio de soberanía de
Puerto Rico otro factor que pudo afectar al radicalismo masónico? A la llegada del Imperio estadounidense, hubo
mayor aceptación de las logias masónicas y no fueron perseguidas. La masonería se dispersó por la isla y se
fundaron más logias que se ocuparon de llevar una masonería más especulativa y
simbólica que una que se tenía que defender de un sistema de opresión, persecución
y colonialismo.
Aunque hoy en día existen cerca de 52
logias funcionando en Puerto Rico dentro de un sistema colonial que a larga es
lo mismo, lo que no resulta ser lo mismo es que en las logias puertorriqueñas
se apagó la llama del radicalismo. Ya el ser masón no es sinónimo de heterodoxia,
ya no existen el Masón Inconforme, el Heterodoxo, el Antillano ni el desterrado
de Paris. El Respetable hermano Ramón
Emeterio Betances descansa en la Gran Logia Blanca, ubicada en el Oriente
eterno. Es muy probable que allá fuera a morar con él, el ideario radical masónico
dentro de la masonería puertorriqueña y también el Antillanismo. Solo resulta de este trabajo continuar la
investigación para contestar a mis hermanos masones si verdaderamente en la
intimidad y privacidad de nuestras logias, el radicalismo masónico germinó y
contribuyó a formar el pensamiento que
dio forma a nuestra patria.
Bibliografía:
Betances,
Ramón E. Las Antillas para los antillanos.
San Juan: ICP, Segunda edición, 2001. p.182
García Leduc, José Manuel. Betances Heterodoxo: contextos y
pensamientos. San Juan: Ediciones Puerto, (2007)
Ojeda Reyes, Félix. El desterrado de Paris: Biografía del Doctor Ramón Emeterio Betances
(1827-1898).San Juan: Ediciones Puerto, (2006)
Otero Gonzales Luis A. “Los Betances: Familia
de masones”. Lumen: Revista Oficial Respetable Logia de Investigación José G.
Bloise No. 103. San Juan: No.1, agosto 2014. Pp.44-63.
Santiago Ramos, Luis E. “Apuntes sobre la
vida de Ramón Emeterio Betances”. Lumen:
Revista Oficial Respetable Logia de Investigación José G. Bloise No. 103. San Juan: No. 1,
agosto 2014. pp. 35-43.
Suarez Díaz, Ada. El Antillano: Biografía del Dr. Ramón Emeterio Betances
1827-1898.San Juan: CEAPRC (1988)
[1] Ada Díaz Suarez. El
Antillano, Biografía de Ramón Emeterio Betances 1827-1898. San Juan:
CEAPRC, 1988. Pág. 42
[2] Oscar Dávila del Valle. Presencia
del ideario masónico en el proyecto revolucionario antillano de Ramón Emeterio
Betances.
[3] Constitución de los Franc –Masones (1723). Constituciones de Anderson. http://www.blogs.masoneria.es/pdf/2.pdf
[4] El Convento fue realizado en la
ciudad de Lausana, Suiza en el período que
abarco del 6 al 22 de setiembre de 1875, teniendo como objetivos principales,
la revisión y reforma de las Grandes Constituciones del Escocismo de
1786, con la definición y proclamación de
Principios, y con la elaboración de un Tratado de Alianza y Solidaridad.
Once Supremos Consejos se fijaron estar
presentes en este Convento: Inglaterra (País de Gales), Bélgica, Cuba, Escocia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Perú, Portugal y el
anfitrión Suiza. Escocia y Grecia, fueron representados ambos por un mismo I.P.H,
pero se retiraron antes del término de los trabajos, hecho que motivo la firma o suscripción de los documentos
finales sólo por nueve países. Los Supremos Consejos de Estados Unidos de Norte
América (Jurisdicción Sur), Argentina y Colombia dieron sus asentimientos, pero
no pudieron enviar representantes. Chile mando decir que daría su
asentimiento favorable a las resoluciones del Conclave. Después de numerosas reuniones de trabajo en Comisiones y once Sesiones
Plenarias, el Conclave Masónico fue clausurado el 22 de setiembre de 1875.
http://rey-salomon.blogspot.com/2007/06/breve-sntesis-histrica-del-convento.html
[6] Oscar Dávila del Valle. Presencia
del ideario masónico en el proyecto revolucionario antillano de R.E. Betances.
[7] Nueva España se le puso al México Colonial en
honor al Rey de España Carlos V de España y I de Alemania. Luego de lograr la
independencia en 1821 de la Metrópoli pasa a llamarse México y fue desde
entonces una Monarquía de corta duración pues los señores Guadalupe Victoria y
López de Santa Anna se levantan en insurrección proclamando la república desde
entonces se ha llamado como tal. Se supone que se llame Méjico, pero se quedó
como México que es el nombre que le dieron los indígenas desde la época
precolombina. https://espanol.answers.yahoo.com/question/index?qid=20090623183919AA3XVub Accesado el 29 de noviembre de 2015
[8] (Carboneros) Es el nombre de una sociedad secreta política, que
jugó un papel importante, sobre todo en Francia e Italia, durante las primeras
décadas de siglo diecinueve. En realidad la asociación se originó en el siglo
XVIII, pasó al XIX, siendo el resultado de un movimiento político que acompañó
a la Revolución Francesa y a los principios políticos proclamados en ella. Los
Carbonarios se dividían en dos clases: aprendices y maestros. Ningún aprendiz
podía llegar al grado de maestro antes de seis meses. Los miembros se conocían
unos a otros por signos secretos en los apretones de manos. Los signos no eran
los mismos para los aprendices que para los maestros. Uno de los principios de
la sociedad era que la “buena hermandad” debía basarse en la religión y la
virtud, entendiendo por ello una concepción de la religión puramente natural,
estando además prohibida cualquier mención a la religión. En realidad la
asociación era opuesta a la Iglesia. Sin embargo veneraban a San Teobaldo como
patrón. Los miembros se juraban mantener absoluto silencio sobre lo que ocurría
en la vendita, (reunión). Las semejanzas entre la sociedad secreta de los
carbonarios y la Francmasonería son evidentes. Los francmasones podían entrar
en los carbonarios como maestros inmediatamente. La finalidad abiertamente
declarada de los Carbonarios era política: imponer una monarquía constitucional
o una república y defender los derechos de los ciudadanos contra toda forma de
absolutismo. Y no dudaban en utilizar el asesinato y la revuelta armada para
conseguir sus propósitos. Enciclopedia
Católica online. http://ec.aciprensa.com/wiki/carbonarios
[9] Doce columnas del taller: 1-Venerable Maestro, 2-Primer Vigilante,
3-Segundo Vigilante, 4-Secretario, 5Tesorero, 6-Hospitalario, 7-Orador,
8-Primer Diacono, 9-Maestro de Ceremonias, 10-Segundo Diacono, 11- Guarda
Templo Interior y 12-Guarda Templo Exterior.
[10] Heterodoxia es otras opiniones, creencias, doctrinas e ideas que
consideran falsas o desviaciones conducentes a errores potencialmente
peligrosos por parte de la ortodoxia. García Ledux. Betances Heterodoxo.
[11] Ortodoxia es el cuerpo de opiniones, creencias, doctrinas e ideas
declaradas oficialmente como la verdad
por las estructuras de poder dominantes en una iglesia, estado u otras
instituciones sociales. García Ledux. Betances
Heterodoxo.
1 comentario:
Me parece bastante acertado la dicertación. Entiendo que masones con sus principios masónicos se asociaban en el mundo profano (fuera del taller) para adelantar sus ideales personales que dentro de una logía no podrían realizar. Lo mismo ocurrió en la Guerra de la Independencia de EU y George Washington y en la Guerra Civil Americana.
Por otro lado, la "invasión" ameicana en PR trajo una nueva vida a la masonería. Esto de debido a que la Nación había sido concebida desde una perspectiva masónica. Podemos leer la Declaración de lndependencia y la Constitución Americana y su carta de derechos. Esto sin mencionar la influencia masónica de los padres fundadores.
Recordemos que al igual que la Nación Americana la masonería se basa en principios libertarios en donde la libertad del individuo va por encima de cualquier otra consideración. Muchas de estas libertades o derecho natural fueron declararivos en la Declaración de la Independencia y luego recogidos en la Constitución. Entre estos la libertad del individuo que incluye la libertad de pensamiento y el derecho a la propiedad privada.
En síntesis creo que los principios masónicos y la vida de los masones en la sociedad ha influenciado grandemente los caminos de nuestro país a nivel Nacional y a nivel de PR. Entiendo que debemos exigirnos más como masones para tener un impacto mayor en nuestra sociedad puertorriqueña especialmente en estos momentos dífisiles por los que atravesamos.
John A. Stewart, Esq.
Publicar un comentario