Comprendemos el trabajo duro de muchos
historiadores por montar la historia de nuestros pueblos. Sabemos que la tarea
es dura, muchas veces por falta de documentación, la cual se ha extraviado,
destruido o lo que se agrega la falta de medios para llegar a ella. Es nuestro
propósito intentar, por todos los medios aportar a la historia de mi pueblo,
Utuado. Gracias a esfuerzos de personas como Pedro Hernández Paralitici,
Ricardo Alegría, Luis González Vales, mucha de esta documentación está hoy a
nuestro alcance. Intentaremos conciliarla para poner en una justa
perspectiva la historia de esta región central montañosa del país. Entre
crónicas, memorias, legajos y al revisar documentos ya existentes, intentaremos
hacer una cronología documental de la zona.
En todos los países se escriben historias
generales de las respectivas naciones. Las mismas sirven para dar unas
perspectivas del progreso de los pueblos en consonancia con las expectativas globales. Pero a veces se comete el error de obviar los desarrollos de las
regiones que son parte de ese todo; sin ellos no existiría patria ni nación.
Este es el caso que me lleva a hacer una investigación documental y cultural del pueblo de
Utuado. A veces se toma solo en consideración el año de fundación y se olvida
que para llegar allí, tiene que haber existido una historia previa; una
protohistoria
Para la década de los 60 y por medio del
Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Dr. Ricardo Alegría con la ayuda de los
Centros Culturales, suscitó el surgimiento de una operación de rescate de ese
patrimonio cultural. Gracias a esta iniciativa, se salvaron documentos,
historia oral, arte, música y otras facetas que de no ser así, hubiesen
desaparecido. Además, con las publicaciones de esta entidad cultural, Alegría
logró la divulgación histórica e inspiró a un grupo de personas a emular la
acción.
Para muchos historiadores, nuestra primera
historia fue la Historia Geográfica, Civil y Natural de la Isla de San Juan
Bautista de Puerto Rico publicado en el 1788. La misma fue escrita por el
fraile benedictino Iñigo Abbad y Lasierra. En esta publicación el religioso
hace una descripción de los diferentes pueblos de la Isla y cómo estaban en el
momento de su visita. Esta compilación era una de carácter general y podíamos
ver la situación del país como un ente total. Traigo esto como contraparte de
lo que considero la primera historia de este pueblo. Escrito en el 1896 por
Ramón Morel Campos, que fue un adelantado de la historiografía local, El
Porvenir de Utuado a mí entender, este escrito es indicativo de una
idiosincrasia regional. Aunque es de un punto de vista, en cierto sentido
económico, en sus primeras páginas nos da un resumen histórico del pueblo.
Además, nos describe claramente la infraestructura y cómo estaba la economía. Luego
va hacienda por hacienda, contextualizando lo que era el Utuado de la época
dorada para proveer una visión unificada. Este libro, al ser uno regional, era
muy difícil de conseguir, pero gracias al utuadeño Don Heriberto Soto, tenemos
a nuestro alcance una edición facsímil.
Para principios del Siglo XX, el
periodista, novelista y poeta utuadeño, Ramón Juliá Marín (1878-1917) publicó
lo que sería una trilogía de novelas de la tierra, las mismas de corte histórico.
Este concepto fue utilizado por Manuel Zeno Gandía con sus Crónicas de un mundo
enfermo. El formato es uno muy europeo el cual utilizaron grande escritores
como los españoles Arturo Barea y Ramón María del Valle-Inclán. Dos de ellas, Tierra Adentro y La Gleba
vieron su aparición durante la década de los 1910. La primera fue publicada
originalmente en El Correo del Norte en el 1911 y la segunda en el Puerto Rico
Ilustrado en el 1912-13. La tercera nunca vio la luz ya que el autor murió
antes de su publicación. Este sería un documento de sumo interés encontrarlo,
en especial para todos los utuadeños ya que es parte de nuestra historia.
La inclusión de Juliá Marín es que en estas novelas, el autor hace una descripción de lo que era el Utuado de finales del Siglo XIX y principios del XX. El Dr. Enrique Laguerre, en su comentario sobre el autor afirmó, “…nadie como él supo recoger el latir de esa época tan significativa de nuestra historia del pueblo: 1898-1907: transición, inestabilidad, inseguridad.” En fin, estas novelas son parte de una historia descriptiva de nuestra ciudad sin perder las perspectivas universales. Además, entra en la parte psicológica de cómo se comportó el pueblo durante todo ese agitado período.
La inclusión de Juliá Marín es que en estas novelas, el autor hace una descripción de lo que era el Utuado de finales del Siglo XIX y principios del XX. El Dr. Enrique Laguerre, en su comentario sobre el autor afirmó, “…nadie como él supo recoger el latir de esa época tan significativa de nuestra historia del pueblo: 1898-1907: transición, inestabilidad, inseguridad.” En fin, estas novelas son parte de una historia descriptiva de nuestra ciudad sin perder las perspectivas universales. Además, entra en la parte psicológica de cómo se comportó el pueblo durante todo ese agitado período.
También cabe mencionar el libro Islas
(1977) de Doña Esperanza Mayol Alcover. En el mismo hace una de las mejores
descripciones del municipio de Utuado desde el 1885, fecha en que la autora
comenta se mudó a esta comarca. El mismo es autobiográfico y son recuerdos de
Mayol de sus vivencias durante su época. Menciona muchos lugares de importancia,
apellidos que aun ser conservan, desastres naturales y hasta publicaciones que
han quedado en el olvido. Esta publicación nos lleva desde el 1883 hasta la
década de los 70.
Uno de los hijos de Utuado de más
importancia y olvidado por la historia lo fue Julio Tomás Martínez. Considerado
por muchos como el padre del surrealismo pictórico de América y algunos piensan
que del mundo, quien fue además arquitecto, periodista, ingeniero, educador, en
fin un humanista en todo el sentido de la palabra. Para el 1946 publicó un
libro, Crónicas Íntimas, el cual recoge, como testigo de una época, sus
vivencias de un pueblo en desarrollo. Esta también es una historia, ya que con
esta memoria histórica, describe, confirma, y rescata los acontecimientos
regionales, personas y lugares, muchos de ellos olvidados y otros
desaparecidos.
En la década de los 80, por iniciativa del
Comité Historia de los Pueblos bajo la dirección del Dr. Enrique Lugo Silva, y
con la ayuda de la Oficina Estatal de Preservación Histórica surgen los libros
Notas para su Historia. Estos fueron publicaciones que cubrieron la historia de
todos los pueblos de nuestra Isla. El Dr. Pedro Hernández Paralitici fue el que
escribió sobre el ayuntamiento que nos corresponde, Utuado. Él mismo vio la luz
en el 1983. Aunque se hizo esa publicación en ese año, el Dr. Hernández ya
llevaba tiempo escribiendo y compilando la historia de la Ciudad del Viví. Ya
para el 1967, él había editado el Álbum de Utuado, una buena compilación
documental e histórica de la región. Y una serie de publicaciones adicionales
que ayudaron a no dejar en el olvido nuestra historia regional.
Otra aportación al historial utuadeño la
hizo el Dr. Fernando Picó con varias de sus publicaciones. Entre ellas cabe
mencionar Libertad y servidumbre en el Puerto Rico del Siglo XIX (1979), Amargo
Café (1981) y Los Gallos Peleados (1983). Los tres son una mirada a la micro
historia de Utuado de finales del Siglo XIX. Los dos primeros son sobre el
desarrollo de la zona como la capital cafetalera de la Isla. La tercera una
visión del otro lado de lo que a veces los pueblos quieren obviar, peleas,
alcoholismo, prostitutas, en fin el lado “obscuro” del desarrollo de un pueblo.
Estos tres libros juntos se podrían considerar el eje histórico de la época
dorada de Utuado, cuando el “oro negro” era el principal productor de
exportación de nuestro país.
La historia oficial de Utuado para muchos
comienza en el año de su fundación, 1739 cuando se le concede a Sebastián de
Morfi el permiso de fundar un pueblo. También sabemos que en el Siglo XVI
también hubo unos intentos de fundación por parte de varias personas. Entre
estos se encontraban Blas de Villasante, Antonio Sedeño y Asencio de Villanueva
en el 1553. Todas, por diferentes razones que explicaremos durante este
trabajo, fueron infructuosas. Lo que es el Utuado actual quedaría en un gran
letargo hasta el Siglo XVIII. La época más obscura lo es el Siglo XVII en el
cual la documentación es escasa.
Como pudimos apreciar a través de la
historia documental de Utuado, su desarrollo hasta convertirse en pueblo, fue
uno lento. Esto se demuestra con los diferentes documentos y libros utilizados.
Aunque falta mucho por estudiar e interpretar, esto nos da una muestra
representativa de los hechos. La misma fue una llena vicisitudes y problemas.
Pasaron sobre 100 años para que Utuado se convirtiese en un ciudad prospera.
Desde el inicio de los tiempos de la
colonización se vieron los primeros intentos de poblar la región montañosa.
Esto debido al interés en la extracción de oro u otros minerales, además por lo
fértil de los terrenos y lo excelente que eran para la cría de ganado, esto pudo
haber sido un factor. También el aseso a la zona central causo otro problema.
Mucho del comercio solo se lograba con San Germán debido a la cercanía. Y este
comercio fue muy grande, según los Documentos
de la Real Hacienda que transcribió Tanodi. Has nos menciona unas figuras
religiosas que fueron llevadas al Otoao. ¿Sería para un iglesia, una ermita?
Estos
proyectos fundacionales el Siglo XVI fracasaron, en especial el del “Otoao”. En
algunos casos por diferencias entre los protagonistas, o por la Corona no
aprobar unas estipulaciones. También el éxodo de la isla causo un grave
problema para la fundación de pueblos. Al agotarse el oro, principal producto
que querían los conquistadores, muchos de los colonos decidieron ir a otras
colonias españolas. Esto no solo fue una adversidad para la zona central,
además para avanzar el proceso de colonización del país.
El Siglo XVII fue uno de pura subsistencia
para los habitantes de esa región. A principios, cuando se agotó el oro, se
cambió la zona a una agrícola, la cual en principio, no dio resultado. La
región fue una perfecta para la crianza de ganado, en especial la vacuna y
caballar. Gracias al contrabando, debido a la insuficiencia de materiales y víveres,
fue la región subsistió. Esto continúo así por los próximos siglos. Durante
este siglo solo las fundaciones de los pueblo fueron escasas. Solo Arecibo se podría
mencionar en el 1616 que se logró su fundación.
No fue hasta el Siglo XVIII que se logra
de forma oficial la fundación de Utuado en el 1739. A pesar de su fecha de petición
para la instalación del poblado, su desarrollo también fue uno bastante
pausado. Fueron unos 13 años lo que se tardó el proceso hasta completarlo. La
economía continuaba siendo una de conservacion y se utilizó mucho el contrabando, como hemos
mencionado en varias ocasiones. Las pieles y los diferentes frutos serían los
productos más importantes utilizados para este método ilegal económico. Debido
a que se negociaba con las potencias enemigas de España y al ocurrir esto, la
Corona no recibía contribuciones por los bienes vendidos ni adquiridos.
El Siglo XIX es el periodo que más
documentación existe sobre Utuado. Fue que al fin, el ayuntamiento se
desarrolló en todos los ámbitos, económicos, sociales y culturales. El cultivo
del café fue la pieza clave que dio este impulso. Durante este siglo toma fuerza
un grupo, los hacendados, una congregación
más poderosa económicamente. Muchos de ellos eran dueños de finca de este
grano. Estos enviarían a sus hijos a estudiar llegando estos a convertirse en
un grupo en extremo culto y tener un pensamiento propio. Al haber trabajo en la
región, comienza a aumentar la población de trabajadores de otros pueblos que
buscaba el sustento familiar.
Surgen centros de educación privada como
la escuela de Juan Luis Roselló, una de las más prestigiosas del país. En ellas
estudiaron figuras como Nemesio Canales, Julio Tomás Martínez, Ramón Juliá
Marín, por mencionar algunos. Además, existía una escuela de música dirigida
por Jesús María Muñoz. Para el 1883
aparece un documento titulado Discurso Leído
en el Centro de Lectura É Instrucción de Utuado, escrito por Osvaldo
Alfonzo. Esto fue presentado el 18 de noviembre del 1883 y fue publicado por la
Imprenta Alfonzo. No hemos podido localizar este documento, pero por su título
nos demuestra que existían grupos para la educación en la Villa de Utuado. La
referencia sobre esta fuente fue encontrada en el libro de Jesús María Sama Bibliografía Puertorriqueña del 1887. Continuarían
surgiendo grupos de lectura y grandes tertulias en diferentes locales del
próspero pueblo.
En el 1892 se funda el teatro Herrera en
el cual se presentaban obras de gran prestigio internacional. Ya para el 1895
tenía planta hidroeléctrica y hasta fábrica de hielo. Existían planes del
entonces alcalde, Juan Casellas de construir un tren desde Utuado a Arecibo,
para llevar los productos que se cultivaban en la zona. Se poseía un casino en
el cual la elite social del pueblo compartía y le servía de esparcimiento. La
existencia del teatro Herrera denotaba una clase muy culta con conocimiento.
Para el 1896, Utuado fue declarado Ciudad,
esto por la cantidad de habitantes, sobre 20,000 y debido al gran progreso
económico. Luego de la invasión norteamericana, se publicaron varios libros
sobre Puerto Rico y en algunos se hace mención de Utuado. Muchos de estos
autores realmente no visitaron la comarca y repetían lo que ya otros habían escrito,
de esto nos damos cuenta por la similitud de las reseñas.
Lo interesante es que todo esto se debe a
un factor de suma importancia, el café. En la Ciudad del Viví se habían agotado
sus minas de oro, pero siglos más tarde lo recuperó de otra forma, en “oro
negro”. Desgraciadamente esto se vio detenido cuando en 1899 ocurrió el huracán
San Ciriaco, el cual destruyó un 90% de las cosechas de café. Esto marcó el
final del Siglo XIX para la historia de Utuado y su economía cafetalera.
Para este tiempo surge un nuevo sistema de
gobierno, económico, otro tipo de siembras y las carreras políticas. De este
siglo surgirían personas que fueron muy influyentes en la vida del
puertorriqueño durante el Siglo XX. Cabe mencionar a Isaac González, Julio
Tomás Martínez, Ramón Juliá Marín y muchos que se distinguieron en muchas
facetas del desarrollo de nuestro país.
2 comentarios:
Muy interesante e informativo. Felicidades y gracias por si contribución sobre la historia de nuestro pueblo. Me imaginó que despertarás a muchos él interés y él deseo de continuar investigando y aportando a la historia. Mil aplausos por su excelente obra.
Me encantó.
Mis felicitaciones por tus logros.
Me siento muy orgullosa de ti.
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