viernes, 29 de enero de 2016

Comentando sobre Utuado (Su historia)


Comprendemos el trabajo duro de muchos historiadores por montar la historia de nuestros pueblos. Sabemos que la tarea es dura, muchas veces por falta de documentación, la cual se ha extraviado, destruido o lo que se agrega la falta de medios para llegar a ella. Es nuestro propósito intentar, por todos los medios aportar a la historia de mi pueblo, Utuado. Gracias a esfuerzos de personas como Pedro Hernández Paralitici, Ricardo Alegría, Luis González Vales, mucha de esta documentación está hoy a nuestro alcance. Intentaremos conciliarla para poner en una justa perspectiva la historia de esta región central montañosa del país. Entre crónicas, memorias, legajos y al revisar documentos ya existentes, intentaremos hacer una cronología documental de la zona.

En todos los países se escriben historias generales de las respectivas naciones. Las mismas sirven para dar unas perspectivas del progreso de los pueblos en consonancia con las expectativas globales. Pero a veces se comete el error de obviar los desarrollos de las regiones que son parte de ese todo; sin ellos no existiría patria ni nación. Este es el caso que me lleva a hacer una investigación documental y cultural del pueblo de Utuado. A veces se toma solo en consideración el año de fundación y se olvida que para llegar allí, tiene que haber existido una historia previa; una protohistoria

 Para la década de los 60 y por medio del Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Dr. Ricardo Alegría con la ayuda de los Centros Culturales, suscitó el surgimiento de una operación de rescate de ese patrimonio cultural. Gracias a esta iniciativa, se salvaron documentos, historia oral, arte, música y otras facetas que de no ser así, hubiesen desaparecido. Además, con las publicaciones de esta entidad cultural, Alegría logró la divulgación histórica e inspiró a un grupo de personas a emular la acción.

Para muchos historiadores, nuestra primera historia fue la Historia Geográfica, Civil y Natural de la Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico publicado en el 1788. La misma fue escrita por el fraile benedictino Iñigo Abbad y Lasierra. En esta publicación el religioso hace una descripción de los diferentes pueblos de la Isla y cómo estaban en el momento de su visita. Esta compilación era una de carácter general y podíamos ver la situación del país como un ente total. Traigo esto como contraparte de lo que considero la primera historia de este pueblo. Escrito en el 1896 por Ramón Morel Campos, que fue un adelantado de la historiografía local, El Porvenir de Utuado a mí entender, este escrito es indicativo de una idiosincrasia regional. Aunque es de un punto de vista, en cierto sentido económico, en sus primeras páginas nos da un resumen histórico del pueblo. Además, nos describe claramente la infraestructura y cómo estaba la economía. Luego va hacienda por hacienda, contextualizando lo que era el Utuado de la época dorada para proveer una visión unificada. Este libro, al ser uno regional, era muy difícil de conseguir, pero gracias al utuadeño Don Heriberto Soto, tenemos a nuestro alcance una edición facsímil.

Para principios del Siglo XX, el periodista, novelista y poeta utuadeño, Ramón Juliá Marín (1878-1917) publicó lo que sería una trilogía de novelas de la tierra, las mismas de corte histórico. Este concepto fue utilizado por Manuel Zeno Gandía con sus Crónicas de un mundo enfermo. El formato es uno muy europeo el cual utilizaron grande escritores como los españoles Arturo Barea y Ramón María del Valle-Inclán.  Dos de ellas, Tierra Adentro y La Gleba vieron su aparición durante la década de los 1910. La primera fue publicada originalmente en El Correo del Norte en el 1911 y la segunda en el Puerto Rico Ilustrado en el 1912-13. La tercera nunca vio la luz ya que el autor murió antes de su publicación. Este sería un documento de sumo interés encontrarlo, en especial para todos los utuadeños ya que es parte de nuestra historia.
La inclusión de Juliá Marín es que en estas novelas, el autor hace una descripción de lo que era el Utuado de finales del Siglo XIX y principios del XX. El Dr. Enrique Laguerre, en su comentario sobre el autor afirmó,  “…nadie como él supo recoger el latir de esa época tan significativa de nuestra historia del pueblo: 1898-1907: transición, inestabilidad, inseguridad.” En fin, estas novelas son parte de una historia descriptiva de nuestra ciudad sin perder las perspectivas universales. Además, entra en la parte psicológica de cómo se comportó el pueblo durante todo ese agitado período.

También cabe mencionar el libro Islas (1977) de Doña Esperanza Mayol Alcover. En el mismo hace una de las mejores descripciones del municipio de Utuado desde el 1885, fecha en que la autora comenta se mudó a esta comarca. El mismo es autobiográfico y son recuerdos de Mayol de sus vivencias durante su época. Menciona muchos lugares de importancia, apellidos que aun ser conservan, desastres naturales y hasta publicaciones que han quedado en el olvido. Esta publicación nos lleva desde el 1883 hasta la década de los 70.

Uno de los hijos de Utuado de más importancia y olvidado por la historia lo fue Julio Tomás Martínez. Considerado por muchos como el padre del surrealismo pictórico de América y algunos piensan que del mundo, quien fue además arquitecto, periodista, ingeniero, educador, en fin un humanista en todo el sentido de la palabra. Para el 1946 publicó un libro, Crónicas Íntimas, el cual recoge, como testigo de una época, sus vivencias de un pueblo en desarrollo. Esta también es una historia, ya que con esta memoria histórica, describe, confirma, y rescata los acontecimientos regionales, personas y lugares, muchos de ellos olvidados y otros desaparecidos.

En la década de los 80, por iniciativa del Comité Historia de los Pueblos bajo la dirección del Dr. Enrique Lugo Silva, y con la ayuda de la Oficina Estatal de Preservación Histórica surgen los libros Notas para su Historia. Estos fueron publicaciones que cubrieron la historia de todos los pueblos de nuestra Isla. El Dr. Pedro Hernández Paralitici fue el que escribió sobre el ayuntamiento que nos corresponde, Utuado. Él mismo vio la luz en el 1983. Aunque se hizo esa publicación en ese año, el Dr. Hernández ya llevaba tiempo escribiendo y compilando la historia de la Ciudad del Viví. Ya para el 1967, él había editado el Álbum de Utuado, una buena compilación documental e histórica de la región. Y una serie de publicaciones adicionales que ayudaron a no dejar en el olvido nuestra historia regional.

Otra aportación al historial utuadeño la hizo el Dr. Fernando Picó con varias de sus publicaciones. Entre ellas cabe mencionar Libertad y servidumbre en el Puerto Rico del Siglo XIX (1979), Amargo Café (1981) y Los Gallos Peleados (1983). Los tres son una mirada a la micro historia de Utuado de finales del Siglo XIX. Los dos primeros son sobre el desarrollo de la zona como la capital cafetalera de la Isla. La tercera una visión del otro lado de lo que a veces los pueblos quieren obviar, peleas, alcoholismo, prostitutas, en fin el lado “obscuro” del desarrollo de un pueblo. Estos tres libros juntos se podrían considerar el eje histórico de la época dorada de Utuado, cuando el “oro negro” era el principal productor de exportación de nuestro país.

La historia oficial de Utuado para muchos comienza en el año de su fundación, 1739 cuando se le concede a Sebastián de Morfi el permiso de fundar un pueblo. También sabemos que en el Siglo XVI también hubo unos intentos de fundación por parte de varias personas. Entre estos se encontraban Blas de Villasante, Antonio Sedeño y Asencio de Villanueva en el 1553. Todas, por diferentes razones que explicaremos durante este trabajo, fueron infructuosas. Lo que es el Utuado actual quedaría en un gran letargo hasta el Siglo XVIII. La época más obscura lo es el Siglo XVII en el cual la documentación es escasa.

Como pudimos apreciar a través de la historia documental de Utuado, su desarrollo hasta convertirse en pueblo, fue uno lento. Esto se demuestra con los diferentes documentos y libros utilizados. Aunque falta mucho por estudiar e interpretar, esto nos da una muestra representativa de los hechos. La misma fue una llena vicisitudes y problemas. Pasaron sobre 100 años para que Utuado se convirtiese en un ciudad prospera.

Desde el inicio de los tiempos de la colonización se vieron los primeros intentos de poblar la región montañosa. Esto debido al interés en la extracción de oro u otros minerales, además por lo fértil de los terrenos y lo excelente que eran para la cría de ganado, esto pudo haber sido un factor. También el aseso a la zona central causo otro problema. Mucho del comercio solo se lograba con San Germán debido a la cercanía. Y este comercio fue muy grande, según los Documentos de la Real Hacienda que transcribió Tanodi. Has nos menciona unas figuras religiosas que fueron llevadas al Otoao. ¿Sería para un iglesia, una ermita?

 Estos proyectos fundacionales el Siglo XVI fracasaron, en especial el del “Otoao”. En algunos casos por diferencias entre los protagonistas, o por la Corona no aprobar unas estipulaciones. También el éxodo de la isla causo un grave problema para la fundación de pueblos. Al agotarse el oro, principal producto que querían los conquistadores, muchos de los colonos decidieron ir a otras colonias españolas. Esto no solo fue una adversidad para la zona central, además para avanzar el proceso de colonización del país.

El Siglo XVII fue uno de pura subsistencia para los habitantes de esa región. A principios, cuando se agotó el oro, se cambió la zona a una agrícola, la cual en principio, no dio resultado. La región fue una perfecta para la crianza de ganado, en especial la vacuna y caballar. Gracias al contrabando, debido a la insuficiencia de materiales y víveres, fue la región subsistió. Esto continúo así por los próximos siglos. Durante este siglo solo las fundaciones de los pueblo fueron escasas. Solo Arecibo se podría mencionar en el 1616 que se logró su fundación.

 


No fue hasta el Siglo XVIII que se logra de forma oficial la fundación de Utuado en el 1739. A pesar de su fecha de petición para la instalación del poblado, su desarrollo también fue uno bastante pausado. Fueron unos 13 años lo que se tardó el proceso hasta completarlo. La economía continuaba siendo una de conservacion y se utilizó mucho el contrabando, como hemos mencionado en varias ocasiones. Las pieles y los diferentes frutos serían los productos más importantes utilizados para este método ilegal económico. Debido a que se negociaba con las potencias enemigas de España y al ocurrir esto, la Corona no recibía contribuciones por los bienes vendidos ni adquiridos.

 

El Siglo XIX es el periodo que más documentación existe sobre Utuado. Fue que al fin, el ayuntamiento se desarrolló en todos los ámbitos, económicos, sociales y culturales. El cultivo del café fue la pieza clave que dio este impulso. Durante este siglo toma fuerza un grupo, los hacendados,  una congregación más poderosa económicamente. Muchos de ellos eran dueños de finca de este grano. Estos enviarían a sus hijos a estudiar llegando estos a convertirse en un grupo en extremo culto y tener un pensamiento propio. Al haber trabajo en la región, comienza a aumentar la población de trabajadores de otros pueblos que buscaba el sustento familiar.

Surgen centros de educación privada como la escuela de Juan Luis Roselló, una de las más prestigiosas del país. En ellas estudiaron figuras como Nemesio Canales, Julio Tomás Martínez, Ramón Juliá Marín, por mencionar algunos. Además, existía una escuela de música dirigida por Jesús María Muñoz.  Para el 1883 aparece un documento titulado Discurso Leído en el Centro de Lectura É Instrucción de Utuado, escrito por Osvaldo Alfonzo. Esto fue presentado el 18 de noviembre del 1883 y fue publicado por la Imprenta Alfonzo. No hemos podido localizar este documento, pero por su título nos demuestra que existían grupos para la educación en la Villa de Utuado. La referencia sobre esta fuente fue encontrada en el libro de Jesús María Sama Bibliografía Puertorriqueña del 1887. Continuarían surgiendo grupos de lectura y grandes tertulias en diferentes locales del próspero pueblo.

En el 1892 se funda el teatro Herrera en el cual se presentaban obras de gran prestigio internacional. Ya para el 1895 tenía planta hidroeléctrica y hasta fábrica de hielo. Existían planes del entonces alcalde, Juan Casellas de construir un tren desde Utuado a Arecibo, para llevar los productos que se cultivaban en la zona. Se poseía un casino en el cual la elite social del pueblo compartía y le servía de esparcimiento. La existencia del teatro Herrera denotaba una clase muy culta con conocimiento.

 

Para el 1896, Utuado fue declarado Ciudad, esto por la cantidad de habitantes, sobre 20,000 y debido al gran progreso económico. Luego de la invasión norteamericana, se publicaron varios libros sobre Puerto Rico y en algunos se hace mención de Utuado. Muchos de estos autores realmente no visitaron la comarca y repetían lo que ya otros habían escrito, de esto nos damos cuenta por la similitud de las reseñas.

Lo interesante es que todo esto se debe a un factor de suma importancia, el café. En la Ciudad del Viví se habían agotado sus minas de oro, pero siglos más tarde lo recuperó de otra forma, en “oro negro”. Desgraciadamente esto se vio detenido cuando en 1899 ocurrió el huracán San Ciriaco, el cual destruyó un 90% de las cosechas de café. Esto marcó el final del Siglo XIX para la historia de Utuado y su economía cafetalera.

 

 Para este tiempo surge un nuevo sistema de gobierno, económico, otro tipo de siembras y las carreras políticas. De este siglo surgirían personas que fueron muy influyentes en la vida del puertorriqueño durante el Siglo XX. Cabe mencionar a Isaac González, Julio Tomás Martínez, Ramón Juliá Marín y muchos que se distinguieron en muchas facetas del desarrollo de nuestro país.

 

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy interesante e informativo. Felicidades y gracias por si contribución sobre la historia de nuestro pueblo. Me imaginó que despertarás a muchos él interés y él deseo de continuar investigando y aportando a la historia. Mil aplausos por su excelente obra.

Cin dijo...

Me encantó.
Mis felicitaciones por tus logros.
Me siento muy orgullosa de ti.